“Mis principios son los que antes de la Revolución Francesa, cualquier persona
de buena cuna entendía como sanos y normales.”
- Julius Evola
Soy un ermitaño
del tiempo. He sido abandonado por la modernidad y las tendencias de progreso
social. Pero habiendo salido de la celda, aún no veo razón alguna para cambiar.
Por el contrario, asqueado tras ver lo que 250 años de ideologías revolucionarias
le han hecho al planeta, me preparo para pregonar cordura y difundir mi mensaje
pro-monárquico, tradicionalista, católico, reaccionario, y contra-revolucionario
sobre este mundo y su decadencia enfermiza.
Si alguien
trata de abogar por gobiernos republicanos, o por políticos y todo su género,
junto con políticas sociales retardadas y otros dioses seculares, se expone a
burlas, sátira, y a darse de narices bestialmente con la realidad. Quedan de
igual manera advertidos todos aquellos adeptos a la corrección política y todo
aquel que se autodenomine “revolucionario(a).”
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